Bar de la residencia

Oliver era un galán como dijo en su dia Aleera así que preguntó entre besos húmedos y carícias pícaras

- ¿estás segura que quieres hacerlo?

No iva a forzarla a nada. Miró de reojo la máquina de música que seguía sonando con 'the rythm of the night'. No pudo evitar sonreir. La miró esperando su respuesta para limitarse a acariciarle un culo o ir a más.

Oliver le pasó un brazo por los hombros y le acarició el antebrazo con dulzura.

- ¿porqué jamás me dijiste que querías algo conmigo? ¿es verdad que lo sabían todos menos yo?

Preguntó mirándola a los ojos

Oliver la miró alzándo la ceja. Sabía que había gente que odiaba eso de él, pero no se esperaba que le sentara tan mal a una de sus amigas.

- vaya.. lo siento, no sabía que me vieras así..

- no no, si tienes razón.. solo me divierto con las mujeres, sólo que me sorprende que no me dijeras que te molestaba nunca antes..

Susurró pensativo

Oliver alzó el tono de voz y dejó de hablar en susurros

- ¿cómo que no te tomaré en serio? ¿cuando yo no te he tomado en serio a ti? Rosalie.. ¿porqué dices eso?

Dijo con una mueca molesta

Oliver se cruzó de brazos con la mirada perdida. La música dejó de sonar.

- vale vale, doña cabezota..

Dijo mirándola de reojo con el labio infrerior ligeramente sobresalido.

- pero que conste que yo antes también te tomaba en serio

Oliver correspondió al dulce beso y no volvió a sacar el tema aunque este no desapareció de su mente. Más tarde tendría una charla con Gackt, que al parecer, él entendía más de mujeres.
La miró de reojo con una sonrisa de actorazo.

- ¿y ahora qué?

Oliver se relajó y se acercó a la barra para tomar asiento y meterse en el papel de un cowboy del far west que entraba en un local. Sintonizó en el aparato de musica música del oeste y volvió al taburete agarrándose la hebilla del cinturón. Le gustaba hacerla reir. Hizo como si escupiera algo en el suelo y tomó asiendo de nuevo

- pongame lo más fuerte que tengan.. vengo de peinar a unos apaches